La focaccia es un pan italiano delicioso, esponjoso y aromático que se ha convertido en un favorito en la gastronomía mediterránea. Con una textura aireada y una corteza dorada bañada en aceite de oliva, es el acompañamiento perfecto para cualquier comida o un aperitivo irresistible.
En este artículo, te enseñaremos cómo hacer focaccia casera paso a paso, desde la elección de los ingredientes hasta los secretos para que quede perfectamente esponjosa.
¿Qué es la focaccia y cuál es su origen?
La historia de la focaccia: un pan tradicional italiano
La focaccia es un pan plano tradicional de Italia, con raíces que se remontan al Imperio Romano. Se cree que su origen proviene de la región de Liguria, en el norte de Italia, donde aún hoy se elabora la famosa «Focaccia Genovese».
A diferencia de otros panes, la focaccia se caracteriza por su textura aireada y su generoso uso de aceite de oliva, lo que le da un sabor inconfundible.
Diferencias entre la focaccia y otros panes italianos
Aunque pueda parecer similar a la pizza, la focaccia tiene varias diferencias clave:
- La masa de la focaccia es más gruesa y esponjosa, mientras que la pizza es delgada y crujiente.
- Se utiliza más aceite de oliva en la focaccia, tanto en la masa como en la superficie.
- Generalmente, la focaccia no lleva salsa de tomate, sino hierbas, sal marina y otros ingredientes opcionales como aceitunas o tomates secos.
Tipos de focaccia más populares en Italia
Existen varias versiones de focaccia en diferentes regiones de Italia. Algunas de las más conocidas son:
- Focaccia Genovese: Fina, crujiente y con una generosa cantidad de aceite de oliva y sal marina.
- Focaccia Barese: Típica de la región de Apulia, se diferencia por llevar tomate y aceitunas negras.
- Focaccia con cebolla: Muy común en Liguria, incorpora cebolla caramelizada en la superficie.
Ingredientes esenciales para una focaccia perfecta

Harina ideal para hacer focaccia casera
El tipo de harina que uses influirá en la textura final de la focaccia. Para una versión auténtica y esponjosa, se recomienda:
- Harina de trigo tipo 00 o harina panificable: Alta en gluten, da una textura elástica y aireada.
- Harina de fuerza: Si no encuentras harina 00, esta es una excelente alternativa.
La importancia del aceite de oliva en la receta
El aceite de oliva virgen extra es clave en la focaccia. No solo aporta sabor, sino que también contribuye a su textura crujiente por fuera y tierna por dentro.
Se recomienda usar un aceite de oliva de buena calidad, preferiblemente extra virgen con un sabor intenso.
Otros ingredientes opcionales para personalizar tu focaccia
Aunque la receta clásica solo lleva harina, agua, aceite de oliva, levadura y sal, puedes personalizarla con ingredientes como:
- Hierbas frescas: Romero, tomillo, albahaca.
- Aceitunas negras o verdes: Añaden un toque salado y sabroso.
- Tomates secos o cherry: Aportan dulzura y un toque mediterráneo.
- Ajo: Para un sabor más intenso y aromático.
Paso a paso: Cómo hacer focaccia casera desde cero

Preparación de la masa y tiempos de fermentación
- Disolver la levadura: En un bol, mezcla 250 ml de agua tibia con 7 g de levadura seca y una cucharadita de azúcar. Deja reposar 10 minutos.
- Mezclar ingredientes: En un bol grande, añade 500 g de harina, una cucharadita de sal y la mezcla de levadura. Agrega 3 cucharadas de aceite de oliva.
- Amasado: Amasa durante 10-15 minutos hasta obtener una masa elástica y suave.
- Fermentación: Cubre la masa con un paño y deja reposar en un lugar cálido durante 1-2 horas, hasta que doble su tamaño.
Cómo dar forma a la focaccia y añadir ingredientes
- Extender la masa: Coloca la masa en una bandeja con papel de horno, estírala con las manos sin desgasificar demasiado.
- Hacer las marcas con los dedos: Con los dedos, presiona la masa para formar los característicos huecos.
- Añadir ingredientes: Pincela con aceite de oliva y espolvorea sal gruesa y hierbas al gusto.
Horneado perfecto: temperatura y tiempo ideal
- Precalentar el horno a 220°C (428°F).
- Hornear durante 20-25 minutos hasta que la focaccia esté dorada y crujiente en la parte superior.
- Reposar: Sácala del horno y deja enfriar unos minutos antes de servir.
Variantes de focaccia: Ideas para personalizar tu receta

Focaccia con romero y sal marina
Una versión clásica en la que simplemente se espolvorea romero fresco y sal gruesa sobre la superficie antes de hornear.
Focaccia con aceitunas y tomate seco
Antes de hornear, añade aceitunas negras o verdes y tomates secos troceados. Esto le da un sabor más mediterráneo.
Otras combinaciones creativas: ajo, queso, cebolla caramelizada
- Con ajo: Unta ajo machacado con aceite de oliva antes de hornear.
- Con queso: Agrega queso parmesano rallado para un toque más cremoso.
- Con cebolla caramelizada: Extiende cebolla cocida lentamente con azúcar moreno para un sabor dulce y profundo.
Consejos y trucos para una focaccia esponjosa y deliciosa
Errores comunes y cómo evitarlos
- No dejar fermentar lo suficiente: La fermentación es clave para que la focaccia tenga una textura esponjosa.
- Usar poca agua: La focaccia necesita una masa hidratada para lograr una textura aireada.
- No precalentar el horno: Un horno bien caliente es esencial para una corteza crujiente.
Cómo conservar y recalentar la focaccia sin que pierda textura
- Almacenamiento: Guarda la focaccia en un recipiente hermético a temperatura ambiente por 1-2 días.
- Congelación: Se puede congelar envuelta en papel film hasta 3 meses.
- Recalentado: Para recuperar su textura, hornea a 180°C durante 5-10 minutos.
Maridajes: con qué acompañar la focaccia casera
- Aceite de oliva y vinagre balsámico: Ideal para mojar la focaccia.
- Quesos y embutidos: Perfecto con mozzarella, burrata, jamón o salami.
- Sopas y ensaladas: La focaccia combina muy bien con platos frescos y ligeros.
Con esta receta y consejos, lograrás una focaccia casera deliciosa, esponjosa y llena de sabor. ¿Te animas a prepararla? ¡Déjanos saber cómo te quedó! 🍞✨